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La duda eterna es el conocimiento infinito

sábado, 11 de octubre de 2014

Relato “El salto del Diablo”

             Las nubes toldaban la escasa luz que proporcionaba la luna en cuarto creciente.
            Tres amigos andaban por el monte, dispuestos a hacer noche a pesar de la prohibición de acampar en el parque natural. Sus dieciocho años apelaban a la negligencia y al desafío a la autoridad. Se habían propuesto dormitar en medio de la vaguada que daba acceso al Salto del Cabrero, perteneciente a la localidad de Benaocaz, en plena serranía.
            Eran las diez de la noche y llegaron a un pequeño saliente de la vaguada, el cual al estar elevado, los protegería de la riada que pudiera producirse en caso de lluvias.
-         Mañana coronaremos el salto del cabrero y veremos el amanecer – decía Jesús a sus dos amigos, Andrés y Miguel, mientras desplegaban la tienda de campaña.
            Lo que ignoraban es que, a veces, las leyendas son mucho más cercanas de lo que parecen. Las circunstancias psicológicas, en un entorno propicio, pueden despertar lo más oscuro de la personalidad del ser humano.
            Jesús narraba a sus amigos la historia del cabrero que huía del diablo porque le prometió su alma si conseguía el amor de una mujer. Una vez cumplida la promesa, el diablo vino a cobrarse su deuda, a lo que el cabrero no accedió a su pago. Este lo persiguió por la montaña hasta que llegaron a un risco y, en un acto de fe incontrolable, el cabrero pegó un salto increíble salvando la caída, y el diablo con sus bajos instintos, sucumbió y cayó al cortado, despeñándose. Cuenta la leyenda, continuó narrando Jesús, que el diablo prometió volver a cobrarse  su deuda con los descendientes del cabrero.
          Los amigos una vez escuchada la historia pensaron en lo rocambolesco de la misma y decidieron irse a dormir para levantarse al día siguiente antes del amanecer. Andrés antes de cerrar sus ojos formuló una pregunta:
-         ¿Y si alguno de nosotros fuéramos descendientes del cabrero?
          Eran las dos de la madrugada, cuando Miguel advirtió que algo se estaba moviendo fuera de la tienda. Decidió encender la linterna pensando que sería alguna alimaña en busca de comida y esta se asustaría al ver la luz. Pero cual fue su sorpresa cuando advirtió que dentro de la tienda sólo quedaban Andrés y él. Entonces preguntó en voz alta si Jesús se encontraba fuera, pero nadie respondió a su llamada. Ambos, ante la incertidumbre, decidieron salir de la tienda para buscar a su amigo, pero grande fue su sorpresa, cuando otearon en el horizonte, las nubes se habían disipado y la tenue luz residual de la luna creciente que se ocultaba, sombreaba sobre el Salto del Cabrero. Dos siluetas se adivinaban corriendo hacia el mismo, una era la de un hombre, la otra parecía la de un macho cabrio. Justo antes de alcanzar el precipicio, aquel ser astado aferró entre sus patas al humano, un relámpago resplandeció por un instante. Miguel y Andrés fueron corriendo hacia el Salto del Cabrero con sus linternas en mano. Cuando llegaron, horrible fue su sorpresa, su amigo Jesús yacía muerto, semidesnudo. Un pentáculo gravado a fuego podía verse en su pecho. Los dos estaban aterrorizados y destrozados del dolor causado por la escena dantesca, cuando una voz cavernosa retumbó como un eco en las montañas:

“El diablo siempre se cobra sus deudas”


Escrito por Juan Carlos Tamayo

jueves, 18 de septiembre de 2014

El Mar de los sentimientos

Sentado frente al mar,
con el devenir de las olas,
no dejo de pensar
en las historias mudas que no se cuentan.
Testigo silencioso,
el mar acoge a sus gentes,
aunque por muchas veces
severo en sus decisiones.
Almas de marineros,
que en su corazón fuerte late,
la sangre como un oleaje
que les hace vivir.
Con tan sólo un pensamiento
años de memoria
entre las personas que te habitan
y a las almas que das morada.
El mar, dulce cautivo,
aunque salado en cuerpo,
hipnotizas a tus criaturas
e inmortalizas sus historias.
Barcos que te surcan,
veleros que te navegan,
pequeñas barcas que se te arriman
para poder de ti vivir.
Historias nobles,
de nobles hazañas,
hazañas que te engrandecen
más te engrandecen con sus historias
Hijos de patria,
que suelo no pisaban
ante ti derramaban
sangre, sudor y lágrimas.
Hazañas de navegantes,
que te surcaban desafiantes,
buscadores de tesoros
que con el tiempo cuenta dieron,
de que el tesoro eras tú.


Escrito por Juan Carlos Tamayo

martes, 16 de septiembre de 2014

Algo de poesía “Pálpitos del alma”

Del amor se desprende
dulzura, pasión y alma,
y con corazón ardiente
la vida mejor se pasa.
Ahora de moda está
en nada creer,
sólo en el momento tomar
la fruta de la pasión.
Pero qué tristeza mirar
y por no haber querido
no tener un queriendo
que nuestro alma sosiegue.
No sentir una caricia en la mañana,
una caricia que desvela el alma
una energía liberadora
que sólo por amor surge.
Qué hermoso momento
el de mirar a unos ojos sinceros
y que el ángel del amor te extraiga
las palabras que nos hace renacer.
Qué bello sentir
lo que dentro del cuerpo no cabe,
el gozo de un espíritu lleno
sin saber realmente lo que pasa.
Qué hermoso momento
que de esa energía vital
sin entender realmente el porque,
el milagro de la vida surja.
Momento que nos marca,
momento que nos hace eternos,
surge la conciencia hecha pensamiento
que inmortalidad nos otorga.

Escrito por Juan Carlos Tamayo

Un relato breve “DULCES SUEÑOS“

Ante el espejo postrado e intermitente su mirada por lo que aquel le estaba mostrando.
Levantó una mano para tocar su rostro y, pellizcándose su mejilla, comprobó que no se trataba de un sueño.
Siempre había deseado ser otro, siempre insatisfecho de la vida aburrida y anodina que llevaba; pianista de celebraciones de fin de semana , en vez de concertista como soñó una vez,  pero cuando en lo más profundo de sus sueños pensaba en ser otro no podía imaginarse terminar convertido en un animal social.
Esa misma noche se había quedado dormido viendo las noticias en la televisión y una de las últimas imágenes que recordaba era la de Juan Sánchez, un asesino psicópata que había capturado la Guardia Civil intentando huir del país, “lo que mas odio en este mundo, psicópata asesino”, pensó.
No habría podido imaginar ni en lo más profundo de sus pesadillas que la última imagen que había contemplado en su pantalla de televisión era la misma que estaba examinando ahora ante aquel espejo roto.
Sonaban por los pasillos el trasiego de unos pasos que daban la sensación de no saber donde ir. El pánico recorrió todas y cada una de las partes de su cuerpo, él había soñado ser otro, pero pensaba en el porque de aquel castigo.
Se abrió la puerta de la celda donde se encontraba y dos funcionarios de prisiones situados en su marco, vestidos de impoluto azul, lo invitaron a salir. Una vez puestas las esposas, le indicaron que la policía lo estaba esperando para llevarlo ante el juez.
Sentado en el coche patrulla se miró en uno de los espejos retrovisores y contempló de nuevo la cara de aquel malvado ser, pero donde los ojos no concordaban con el rostro, sin duda era un lobo con corazón de cordero.
Llegaron al juzgado y lo sentaron frente al juez. Lo único que salía de su boca, ante las preguntas que el magistrado le profería, era que aquel hombre no era él, sino que se hallaba atrapado en un cuerpo que no era el suyo, siempre había querido ser otro, pero no en lo que se había convertido.
Entre gritos de desesperación ante la impotencia de la situación, el Magistrado ordenó que lo retiraran de la sala hasta que se tranquilizara.
Comenzó a llorar para intentar desfogarse de su frustración, solo él sabía lo que estaba ocurriendo, ante los ojos de los demás mortales era Juan Sánchez,  asesino y psicópata.
Retornó a la sala una vez calmado un poco. El Juez, después del espectáculo formado en la vista anterior, decidió pedir opinión a un Psiquiatra-Forense para que este evaluara el grado de demencia que padecía el acusado.
Los policías se acercaron al reo y lo levantaron por los brazos, ante el desvanecimiento moral y físico que manifestaba.
Lo acompañaron por los pasillos entre una avalancha de periodistas que estaban esperando a que saliera de la sala, así como los familiares de las victimas que le increpaban con insultos y amenazas de muerte, a lo que solamente pudo responder con una mirada en la cual decía “ ¡No soy yo! “.
Una vez fuera de los juzgados, caminaba protegido por los agentes con la vista perdida hacia el infinito.
Le abrieron la puerta del coche y lo ayudaron a introducirse dentro debido a la flaqueza de sus fuerzas. Alzó la mirada para ver el tumulto de gente que se había concentrado en la puerta de los juzgados, cuando de repente algo llamó su atención y lo hizo incorporarse de su lánguida postura, se estaba observando a si mismo, a la persona que realmente era, el también lo observaba y mostraba una pancarta que decía:
“Yo también quise ser otro, recuerda, siempre ganan los malos”.

Un grito de pavor ensordeció a los agentes dentro del coche patrulla.

Escrito por Juan Carlos Tamayo Tocino

jueves, 28 de agosto de 2014

Ancient Society, y sus hermosas últimas palabras

        Leyendo el manual sobre Historia de la Antropología, del Catedrático de la UNED Don Ubaldo Martínez Veiga, he podido descubrir una preciosa estrofa, y a la vez muy esperanzadora, perteneciente a la parte final del libro publicado en 1877 por el evolucionista Lewis Henry Morgan, denominado Ancient Society:
            “Una pura carrera de propiedad no es el destino final de la humanidad, si es que el progreso va a ser la ley del futuro como ha sido del pasado… La democracia en el gobierno, la hermandad en la sociedad, la igualdad en derechos y privilegios y la educación universal, anuncian el próximo plano más alto de la sociedad al cual la experiencia, la inteligencia y el conocimiento tienden. Será una revitalización de la libertad, igualdad y fraternidad de las antiguas gentes”
         Como diría el refranero popular: “a buen entendedor pocas palabras bastan”, ¡por favor no nos empeñemos en destrozar nuestro futuro!

Juan Carlos Tamayo

jueves, 14 de agosto de 2014

¿Somos quienes pensamos ser?

          Una mañana cualquiera, de un día cualquiera, en cualquier lugar del mundo, al levantamos nos miramos al espejo y solo advertimos nuestro rostro en el mismo, sin percibir que detrás de nuestra apariencia, tanto interna como externa, hay una historia que nos remonta a lo más profundo de nuestro origen como especie.
             Mi admirado Bermúdez de Castro comentó que, en la década de los años 80 del siglo pasado, hubo una gran controversia referente a la posible hibridación entre Neandertales y Homo Sapiens, la cual se zanjó con el planteamiento de que era imposible porque se trataban de especimenes de homínidos diferentes, siendo nuestro yacimiento de Atapuerca (Burgos) donde se empezó a pensar que esta hibridación habría sido posible. Pues bien, el tiempo y la ciencia genética han puesto sobre la palestra una información que vuelve a reabrir este debate con auténticas evidencias, y puede demostrar que este cruce entre especies fue posible. Esta investigación fue realizada por el Instituto Max Planck de Biología Evolutiva, en Leipzig, Alemania. El estudio de estos científicos se presentó hace dos años y descifró la secuencia completa de ADN nuclear de tres Neandertales y los compararon con ADN actual de los seres humanos que habitan el planeta, y sorprendentemente, y en contra de lo que marcaban las teorías mas ortodoxas, demostraron que los Neandertales se hibridaron con nosotros en un valor porcentual que iba de entre el 1% y el 4% del ADN de europeos y asiáticos compartiendo genoma con esta especie extinta, por lo que me planteo una pregunta, ¿Se puede hablar de especie extinta o por el contrario siguen con nosotros, en lo más profundo de nosotros mismos?, sin embargo esta hibridación no se contempla en africanos.
            Si no era bastante controversia estos datos, ahora han salido a la luz más descubrimientos científicos que no hacen más que añadir nuevas piezas al puzzle académico que teníamos hasta ahora, me refiero al descubrimiento de los fósiles de Denisova y la descodificación de su código genético a cargo del científico Svante de Pääbo. La creencia es que solo compartieron línea del tiempo Neandertales y Sapiens, sin embargo Pääbo ha logrado descifrar el genoma de esta nueva especie, sorprendentemente emparentada con los Neandertales, pero por su morfología nuclear una especie totalmente diferente, datando sus huesos en el 80000 a.c. aunque para añadir más controversia fueron encontrados en los estratos de 50000 a 30000 años.
         Las técnicas de ADN están revolucionando el estudio de los fósiles. Meyer y la Universidad de Leipzig, han logrado partir hebras simples de doble hélice en lugar de las dos hebras que se suele analizar en las investigaciones genéticas, logrando de esta manera multiplicar la cantidad de ADN del fósil, por ejemplo de Denisova, siendo esta muestra de tan solo 10 miligramos.
             Los resultados son muy precisos y han podido determinar, con tan solo una falange encontrada, que los restos fósiles pertenecen a una mujer y que poseía 23 pares de cromosomas como los humanos actuales. Las investigaciones de Denisova a partir de estos hallazgos no se detienen, yendo mas allá, y se empieza a comparar con las poblaciones actuales, tal y como se hizo con los Neandertales y asombrosamente existe ADN denisoviano a un nivel del 3%  en las gentes de las islas del sureste asiático y en los aborígenes australianos.
            Con estos datos tan fidedignos me sigo planteando más y más preguntas, ¿Somos realmente quienes pensamos ser?, ¿Somos producto de una hibridación de varias especies de homínidos?, ¿Podremos por fin saber algún día nuestros orígenes gracias al ADN y la genética? ¿Hacen tambalear, estos últimos descubrimientos, todo lo que sabíamos hasta ahora sobre nuestra especie?
        Así podría seguir haciéndome preguntas hasta casi el infinito, pero muchas veces por más que pensemos que sabemos algo con certeza sobre ciertas cosas, siempre se abre una puerta a nuevos descubrimientos, nuevos hallazgos que se difuminan entre las bases de las ciencias académicas, haciendo que soñadores como yo tengamos un universo inmenso ante nosotros y renueve nuestro espíritu de ansias de conocimiento y búsqueda de una verdad aunque, quien sabe, podría convertirse en relativo, como todo en este maravilloso mundo.


Juan Carlos Tamayo


Bibliografía
- Ann Gibbons, Science 2012

- Svante de Pääbo, Science 2013

miércoles, 6 de agosto de 2014

Descubrir la Sierra norte de Cádiz y la Serranía de Ronda desde Los Algarrobales

            He estado unos días afortunados en un lugar magnífico enclavado en un pueblo gaditano de la Sierra de Cádiz, denominado El Gastor. Un lugar de reposo y armonía denominado Los Algarrobales, lugar que recomiendo por su hermosura, tranquilidad, avenencia con la naturaleza, y personalmente agradecer a José Antonio el trato tan afable que nos ha proporcionado, así como su disponibilidad para hacer la estancia mucho más agradable con su predisposición y amabilidad.
           Pues bien desde este mágico centro de operaciones se puede recorrer y descubrir con toda facilidad tanto la Sierra de Norte Cádiz como la Serranía de Ronda, ya que se puede acceder a cualquier punto de esta comarca y no tardar más de cuarenta minutos máximo en alcanzar sus pueblos y lugares emblemáticos.
          La estancia ha sido de cinco días y se puede empezar por visitar el mismo pueblo de El Gastor, así como la gran cantidad de rutas naturales e históricas con las que cuenta esta población: la ruta de senderismo del Tajillo-Tajo, la visita al Dolmen del Charcón o del Gigante, por el que antes de su descubrimiento se debe hacer una agradable travesía de senderismo y como recompensa llegar al dolmen. Se puede contemplar unos restos de más de cuatro mil años de antigüedad que forma parte de un conjunto de megalitos repartidos por toda esta comarca. Para terminar el día la vuelta se torna aún más agradable al regresar a los Algarrobales, disfrutando de un merecido descanso y un baño relajante en la piscina.
           Para el segundo día, decidimos realizar otra mezcla de visita cultural y ocio, dividiendo el tiempo entre la naturaleza, la antropología y la gastronomía. En primer lugar visitamos la Cueva de la Pileta, una cueva situada en las cercanías de la población malagueña de Benaoján y donde se puede disfrutar tanto de su belleza geológica con sus curiosas figuras formadas por sus estalactitas y estalagmitas, así como lo que considero de las cosas mas importantes de mi vida académica, sus pinturas rupestres, datadas las primeras hasta el momento en 32000 años de antigüedad, pero lo que más llamó mi atención fue su sincretismo pictórico, una mezcla de artes tanto franco-cantábrico como levantino, estando la cueva ocupada desde el Neolítico Superior hasta la Edad del Bronce, pero esta visita merece un articulo exclusivo. Después de la visita a la Pileta, nos encaminamos hacia Benaoján, donde degustar sus magníficas carnes de ibéricos a la brasa, todo una delicia al paladar. Posteriormente decidimos visitar la Cueva del Gato, para lo que tuvimos que realizar una ruta de 5 kilómetros de sendero para poder contemplar esa maravilla geológica, donde las gentes, tanto del lugar, como forasteros pueden disfrutar de un magnífico baño refrescante en sus gélidas aguas.
         El tercer día nos centramos, también con mucho provecho, en la visita de las ruinas romanas de Acinipo, cerca de Setenil de las Bodegas, donde surge casi por arte de magia, en lo alto de un cerro, un majestuoso teatro romano de unas dimensiones colosales. También a mitad de ladera se pueden visitar unas termas, reductos de una ciudad que se levanto allí, en un tiempo lejano, a la que se la conoce como Ronda la Vieja. Desde Acinipo, a unos 7 kilómetros, se encuentra el pueblo de Setenil de las Bodegas, coronado por su sensacional castillo y el cual posee una particularidad que lo hace casi único, como son sus casas enclavadas en los abrigos de la montaña, destacando en su fisonomía las calles de las Cuevas del sol y de la sombra. Después de una afable comida, nos encaminamos a nuestra última visita de ese día y no era otra que el monumental Olvera, a unos 13 kilómetros por carretera comarcal pero que, desde luego, merece la pena, ya que solo hace falta acercarte por carretera a la población para darte cuenta de su esplendor, producto de la historia y de sus gentes. Pudimos visitar el centro histórico y contemplar su castillo, formidablemente rehabilitado, así como un museo que poseen en la base del mismo, donde se puede hacer un recorrido tanto histórico como etnográfico de la población.
            Ya en el cuarto día nos centramos en lo que se puede denominar ciudad monumental de Ronda, que merece más de un día de visita, pero que en esta ocasión, redujimos para hacer solo una toma de contacto. Paseando por sus calles y visitando la Real Maestranza de Ronda, el Museo Municipal y el Museo de los Bandoleros, destacando lo bien conservada que está la plaza de toros y su esplendido museo que va emparejado en todo momento con las historia de la ciudad.
            Y el quinto y último día lo dejamos para el ocio, al que le podemos poner nombre, Área Recreativa de Arroyomolino, que está situado en la población de Zahara de la Sierra y en la cual se encuentra una estupenda zona arbolada llena de mesas de madera y que posee una playita artificial que hace las delicia de sus visitantes.

          Antes de finalizar el artículo quiero destacar que poseemos una gran riqueza cultural, etnográfica, histórica, geográfica y gastronómica en nuestra provincia, y que invitamos a todas las gentes del mundo a que la conozcan, como nosotros debemos salir y conocer otros sitios y costumbres, porque todo ello nos hará mucho más ricos en conocimientos y lograremos que nuestra alma se enriquezca para intentar hacer de este nuestro mundo algo mejor. No quiero tampoco despedirme sin animaros a que dediquéis unos días a conocer esta comarca. No dudéis ni un momento en alojaros en Los Algarrobales, que como centro de operaciones es magnífico y donde podréis asimilar con mucha tranquilidad y sosiego todos los conocimientos que aportan estos lugares.


Juan Carlos Tamayo

viernes, 25 de julio de 2014

La Deshumanización Ordenada

Cuando una persona camina por la calle, muchas veces ajeno a lo que le rodea, no es capaz de advertir, viendo a esos niños jugando con sus padres, a esas parejas de enamorados que deambulan acarameladamente, a esos trabajadores incansables que hacen nuestra cotidianidad más sencilla, que detrás de todos nosotros hay episodios oscuros, de abismo moral, que nos merman en nuestra calidad y cualidad humana. Porque a lo largo de la historia hemos sido marcados por episodios genocidas de contrastada depravación y humillación. Pero vamos a centrarnos para este trabajo en un episodio brutal localizado en nuestra todopoderosa Europa, a la que exhibimos como paradigma de lo “social” y “cultural”, me refiero al genocidio acaecido en los campos de exterminio nazis en Auschtwitz durante la Segunda Guerra Mundial. En concreto nos vamos a centrar en los rituales de iniciación al campo, los “Lager”.
 En las sociedades humanas, son cotidianos los rituales que suelen simbolizar los cambios sociales que marcan nuestras vidas y la de todos los que nos rodean, familiares, amigos, vecinos, etc. En este trabajo examinaremos los rituales de iniciación en Auschwitz, situado en Polonia. Basaremos nuestro análisis en el magnífico trabajo etnográfico realizado por la profesora Paz Moreno, concretamente en el capítulo tercero de “En el corazón de la zona gris. Una lectura etnográfica de los campos de Auschwitz. Rituales de iniciación al campo”.
El antropólogo francés Van Gennep en 1909 definió los rituales de paso tan frecuentes en nuestras sociedades, los cuales agrupó en varias fases, como son el nacimiento, la pubertad (que la define como la entrada en la vida compleja de una sociedad), el matrimonio, la reproducción y la muerte. La característica principal de estos rituales es marcar la transición de un modo de vida a otro, es decir, la transición de estatus a lo largo de nuestra vida, ya sea a nivel individual como dentro de nuestra propia comunidad.
Van Gennep, a pesar de las variantes culturales así como del paso de los años, plantea un esquema que permanece casi inalterable al tiempo y cuya estructura divide los ritos de paso en tres partes: “un periodo de separación, donde se deja atrás el viejo estatus; otro intermedio o de transición denominado marginal, marcado por la ambigüedad; y un tercero de reincorporación o agregación”. Estos rituales de paso suelen venir acompañados por marcaciones físicas que representan el nuevo estatus que adquiere la persona, bien sea en sus ropas, peinados, ornamentos o tatuajes. Hay que dejar claro, como argumenta Turner, que los rituales de paso no siempre implican un ascenso social, “La degradación ritual ocurre tanto como la elevación. Los consejos de guerra o las ceremonias de excomunión crean y representan descensos, no ascensos” (Turner, 2002:96).
Ahora vamos a centrarnos en el “lado oscuro” de los rituales de paso que nos importan en este trabajo que son los ocurridos en los campos de concentración, pero antes debemos aclarar varios conceptos generales que ocurren en todos los procesos de privación de libertad como son por ejemplo los esclavos y su procesos de convertirse en los mismos, y conociendo esto podremos extrapolar estos procesos al los campos de Auschwitz. Cuando los esclavos se iniciaban como tales debían pasar por dos fases previas, bien delimitadas y auspiciadas siempre por el amo, que serian en primer lugar una separación de la sociedad esclavizante cuyo propósito era desvincularlo de su medio social; y en segundo lugar sufriría una introducción como un ser no-social. Los rituales pueden variar según la sociedad, pero básicamente suelen seguir unos patrones que después encontraremos una semejanza, casi milimétrica, producidas en los procesos rituales en los campos de concentración nazis, estas marcas simbólicas de esclavitud serian: 1) Rechazo simbólico del pasado del esclavo, 2) Cambio de nombre, 3) Imposición de marcas visibles de esclavitud y 4) Asunción del nuevo estatus.
Ahora vamos a centrarnos en el caso de la “Shoah” (Catástrofe del Holocausto), en los procesos iniciáticos a la deshumanización que plantea la profesora Paz Moreno, cuya característica principal sería el caso de técnicas de deshumanización extremas como método de dominación absoluta. En nuestra disciplina, y como hemos señalado con anterioridad cuando hemos hablado de Van Gennep, los ritos de paso constan de varias fases y nuestra misión en este ensayo es utilizarlas para intentar explicar el proceso de los prisioneros en los rituales de iniciación al campo, que va desde que son arrancados de su entorno habitual hasta que se convierten en un “Häftling”, es decir  un número, y por último los procesos de reinserción a la vida social tras la liberación.
Siguiendo el esquema que nos plantea Paz Moreno en  su estudio etnográfico “En el corazón de la zona gris”, iremos analizando cada uno de los ciclos de deshumanización, y en las fases en que se dividen, que someten al prisionero a la muerte social y física.
El primero de los ciclos podemos dividirlos en dos etapas iniciáticas que enmarcan a las dramáticas frases de deshumanización. La primera de las frases la denomina “Detención/muerte social”, anterior a la llegada al campo donde el prisionero ignora que se está iniciando en algo, se destruye su pasado con la incertidumbre de no saber dónde va y lo que es muy importante, la incertidumbre le hace más vulnerable. En la segunda de las fases de este primer ciclo que será “El transporte/marginalidad”,  podemos decir que es donde termina el humano y comienza el prisionero, en lo que será un proceso de destrucción de la condición humana, siendo el último momento en que conviven con familiares, amigos o conocidos, y como fase de transito que era se convierte en el último elemento de referencia fijos para los que sobrevivieran a la catástrofe poder contar sus testimonios, ya sean directamente mediante sus biografías o conferencias o mediante los memoralistas como por ejemplo Primo Levi. Y ahora pasamos a la tercera fase y última del primer ciclo de deshumanización que no es otro que “La rampa/selección”, donde se quiebra el grupo familiar convirtiéndose en victimas individuales, siendo la culminación la selección de los “aptos para el trabajo” de cada fila, sin saber para que estaban siendo elegidos y que la separación de sus familiares implicaba que seguramente no volvieran a verlos nunca; perdiendo cualquier tipo de referencia, ignoran el significado de lo que están viviendo y sólo cobrará sentido posteriormente, cuando los veteranos del campo les cuenten el significado de las filas en la rampa, significando el final de sus vidas tal y como las habían vivido antes.
Hay que destacar que en Auschwitz no hay muerte sino destrucción, ya que desaparecen las referencias culturales y rituales humanas. Como ejemplo explicativo de estas tres fases que hemos descrito con anterioridad pondremos el testimonio de Jossef Glück que “fue empresario textil en Klausenburg y fue detenido el 10 de mayo de 1944 por ser judío. Fue introducido en un tren el 11 de junio en el cual viajaban 2800 personas. Al llegar a Auschwitz seleccionaron a 400 para trabajar y el resto fue gaseado, su esposa, sus dos hijos, su madre, su hermana con sus dos hijos, su hermano y su cuñada habían viajado en el mismo transporte” (Moreno, 2010: 73) 
La segunda etapa de este primer ciclo sería la deshumanización total dentro de los “lager”, esos procesos que culminarían con la conversión del prisionero en un “häftling”, es decir un simple número. La primera de las fases de esta etapa la denomina Paz Moreno como “La rampa después de la selección/primera noche en el campo” que sería el comienzo de esta segunda iniciación, es decir, tras la selección de la rampa comienzan las ceremonias de humillación y degradación que sería donde las personas recién llegadas dejan de ser personas y cuyo fin de los captores sigue siendo la anulación de toda voluntad humana. Cabe destacar que la gran parte de estas ceremonias de humillación eran protagonizadas por otros prisioneros, generando más odio entre los propios prisioneros que se veían ultrajados por sus iguales, herramienta de miedo que utilizaban los nazis para controlar los campos con un número de guardias desproporcionado respecto al gran número de prisioneros. Los prisioneros serian apaleados, vejados y maltratados, desposeídos de cualquier pertenencia de su vida anterior y eran tatuados con un número en su brazo izquierdo. Este número, además de servir para identificar al prisionero cumplía una doble función, servía para estigmatizarlo de por vida, desproveyéndolo de su identidad humana. Para concluir con este ciclo hablamos de la tercera etapa, la del “prisionero”, donde el recién llegado se ha convertido en un número que porta los emblemas del nuevo estatus (cabeza rapada, pijama de rayas, número en el brazo izquierdo, etc ) alejado de la pertenencia a la especie humana; por ejemplo los símbolos como el rapado y el afeitado de la cabeza disminuía las diferencias entre los “hälftling” habiendo sido el cabello largo un rasgo distintivo entre géneros y un símbolo de la feminidad, y esto junto con la misma vestimenta y la apariencia física que se adquiere en el “lager” por razones obvias de desnutrición, podemos percibir el resultado final de una deshumanización de los prisioneros.
En el segundo y último ciclo Paz Moreno, que denomina como “Ciclo imposible”, nos comenta que los testimonios sobre el campo podrían leerse aisladamente en tres periodos diferenciados, por un lado los dos primeros de los que hemos hablado con anterioridad de “separación” y “periodo marginal o liminal” y por último el periodo de agregación que sería el periodo de liberación, curación y regreso a la vida social de los supervivientes de la shoah. Pues bien atendiendo a esta última fase, Moreno se basa en dos memoralistas como son Primo Levi y Charlotte Delbo, que reinterpretan de dos maneras diferentes estas consecuencias en los procesos de reinserción, porque debemos de recordar que los memoralistas son las fuentes principales de información sobre los deshumanizados actos que ocurrieron en los lager. Desde el punto de vista de Primo Levi trata la vergüenza y la culpa al volver a ser humano, es decir, para él el momento de la liberación estuvo dominado por sensaciones de vergüenza y culpa, porque ellos habían sobrevivido mientras que millones de personas incluidas familiares, amigos y conocidos habían desaparecido en el humo de los campos de exterminio. El otro punto de vista es el de Charlotte Delbo, una activista política francesa, que cuando fue detenida pensaba que estaba preparada para lo peor, para lo que convencionalmente pensaban que se le hacían a los enemigos políticos, pero cuando llego a Auschwitz se encontró con lo inconcebible. Su memoria quedo escindida entre el antes y el después del campo de concentración.   
Para concluir me gustaría personalizar una opinión y decir que he aprendido mucho con la lectura, asimilando muchos conocimientos pero conocimientos dolorosos, comprobando lo depravado del ser humano y lo peligrosas que pueden ser las ideas según la interpretación. Que el ser humano es capaz de lo mejor, por ejemplo cuando amamos o somos solidarios con nuestros iguales, pero también somos capaces de lo peor, capaces de someter a nuestros semejantes a procesos de deshumanización simplemente porque pensamos que somos superiores a los demás. Pero aún hay algo que me estremece mucho y es el mero hecho de pensar que no hemos aprendido de nuestros errores, que hay personas que se siguen creyendo superiores a los demás por lo que corremos el riesgo de caer en un bucle continuo de injusticias y poder seguir cometiendo genocidios como en la actualidad, como sin irnos más lejos en la extinta Yugoslavia. En los tiempos que corren, con aires de crisis, la xenofobia y el racismo siguen implantados con fuerza en nuestra todopoderosa Europa, atribuyendo la culpa al que viene de fuera, y es más no sólo al que viene de fuera, sino dentro de las propias naciones europeas existen distanciamientos de carácter racista entre las naciones europeas del norte con las del sur. 



 Juan Carlos Tamayo


 Bibliografía
-       “En el corazón de la zona gris. Una lectura etnográfica de los campos de Auschwitz”. Capitulo 3: 63-85. Paz Moreno Feliu 2010. Editorial Trotta.
- “Encrucijadas Antropológicas”. Paz Moreno Feliu 2010. Editorial Universitaria Ramón Areces.
-          Van Gennep 1986 (1909).
-          Turnner 2002: 96.

miércoles, 23 de julio de 2014

Presentación

Hola,
Mi nombre es Juan Carlos Tamayo y la intención de este blogspot desde luego no es enseñar nada a nadie, todo lo contrario, es una manera de compartir, con el que quiera entrar en este apasionante mundo de la Historia, la Antropología y el Misterio, inquietudes, investigaciones, publicaciones y reflexiones.