Del amor se desprende
dulzura, pasión y alma,
y con corazón ardiente
la vida mejor se pasa.
Ahora de moda está
en nada creer,
sólo en el momento tomar
la fruta de la pasión.
Pero qué tristeza mirar
y por no haber querido
no tener un queriendo
que nuestro alma sosiegue.
No sentir una caricia en la mañana,
una caricia que desvela el alma
una energía liberadora
que sólo por amor surge.
Qué hermoso momento
el de mirar a unos ojos sinceros
y que el ángel del amor te extraiga
las palabras que nos hace renacer.
Qué bello sentir
lo que dentro del cuerpo no cabe,
el gozo de un espíritu lleno
sin saber realmente lo que pasa.
Qué hermoso momento
que de esa energía vital
sin entender realmente el porque,
el milagro de la vida surja.
Momento que nos marca,
momento que nos hace eternos,
surge la conciencia hecha pensamiento
que inmortalidad nos otorga.
Escrito por Juan Carlos Tamayo
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